La investigación estableció que la relación de amistad más intensa de una mujer a los 20 años, generalmente, es con un hombre. Sin embargo, pasado los 45 años, las mujeres se relacionan más con amigas más jóvenes, especialmente sus hijas, si es que las tienen.
Los hombres, en cambio, aunque a los 20 años también privilegian el contacto con el sexo opuesto, no lo hacen con la misma intensidad. La investigación midió el comportamiento de las relaciones en ambos sexos, con el análisis telefónico a tres millones de personas de una compañía en Europa.
Sólo teniendo el sexo y edad de los usuarios, los investigadores analizaron la frecuencia y los números de los contactos de las personas durante siete meses. En total fueron rastreadas más de dos mil millones de llamadas. Con esa información, los investigadores determinaron los contactos más frecuentados.
Llamadas
Los investigadores encontraron que las mujeres a los 20 años pasaban más tiempo y esfuerzo que los hombres para mantener relaciones, probablemente, con novios o esposos. Esto, ya que los investigadores creen que ellas invierten más tiempo tratando de tener una relación estable con hombres. Sin embargo, este interés empieza a decaer a los 45 años, cuando vuelcan su atención a sus hijas, relación que se intensifica a los 60 cuando se convierten en abuelas.
En los hombres, por su parte, los investigadores encontraron que los hombres no discriminan sus llamados por la edad, y siempre mantenían un grado de relación parejo con sus contactos preferidos, en su mayoría sus parejas (novias o esposos). "Esto sugiere que la estructura más íntima de las redes sociales son impulsadas mucho más por los intereses de las mujeres que por los hombres, lo que sugiere que son más informales en sus relaciones sociales, mientras que las mujeres cuando saben sus objetivos sociales, van por ellos" explicó Robin Dunbar, coautor del estudio.
Los investigadores dicen que por primera vez capturaron estos patrones de conducta entre hombres y mujeres. Cambios sociales que se dan en el curso de la vida como consecuencia del cambio de intereses reproductivos en ambos sexos y poniendo en relieve la importancia de las relaciones madre-hija para entender los cambios sociales.
Noticia publicada en La Tercera (Chile)