Este hallazgo científico, considerado el más importante del mundo en los últimos 100 años, fue anunciado por Joe Incandela, portavoz del detector Solenoide Compacto de Muones (CMS) del LHC, que desde hace años busca esta pequeña partícula subatómica, última pieza faltante del Modelo Estándar de la física, que explica todas lasfuerzas del Universo.
"Si bien es un resultado preliminar, es muy fuerte y muy sólido", afirmó Incandela durante la Conferencia Internacional de Física de Altas Energías (ICHEP 2012) que se celebra en Melbourne, Australia, donde se expusieron los resultados obtenidos por los experimentos CMS y ATLAS del LHC.
En un comunicado del CERN, se señala que con un nivel de confianza de 95% se puede decir que el bosón de Higgs tiene una masa de 125.3 gigaelectrónvoltios (GeV), unas 130 veces la masa del protón, con un valor de 4.9 sigma, cifra que indica una elevada certeza de que el resultado es confiable, ya que oficialmente un descubrimiento debe tener un valor de 5 sigma.
"Hemos franqueado una nueva etapa en nuestra compresión de la naturaleza", señala Rolf Heur, director del CERN. "El descubrimiento abre la vía a estudios más reposados que exigen más estadísticas y que establecerán las propiedades de la nueva partícula", asegura.
Desde fines del año pasado, científicos del CERN ya habían anunciado que tenían indicios de la existencia del bosón de Higgs, pero los datos obtenidos por los detectores CMS y ATLAS del CERN durante 2011 y 2012, así como del Tevatron del Laboratorio Nacional Estadounidense Fermilab (Fermi National Accelerator Laboratory), durante 10 años, complementaron la información suficiente para anunciar el hallazgo.
Con un "gracias, naturaleza", Fabiola Gianotti, directora del detector ATLAS, informó que encontraron una nueva partícula con masa 126.5 gigaelectronvoltios, con 5 sigma, lo que significa un descubrimiento. Pero que aún se necesita más tiempo para publicar los resultados.
Los físicos realizaron sus experimentos en el LHC y Fermilab, que son grandes laboratorios subterráneos con túneles en forma de anillo y con grandes colisionadores, en cuyo interior se impactan pequeñas partículas subatómicas aceleradas casi a la velocidad de la luz -en este caso, protones-, que al desintegrarse pueden observase y analizarse sus componentes más pequeños tanto de materia como de energía.
Publicado Por El Universal