"Este descubrimiento del gen responsable del sabor en las variedades de tomates silvestres y tradicionales ofrece la posibilidad de recuperar las características que se habían perdido sin saberlo", señaló Ann Powell, una de las principales autores del estudio.
Desde hace tiempo, los cultivadores de tomate seleccionan las variedades modificadas genéticamente para producir frutos que inicialmente son verde pálido y luego maduran quedando rojos al mismo tiempo, lo cual permite cosecharlos simultáneamente.
Pero en aras de esa mutación genética se neutralizó una proteína que da sabor a los tomates, concluyó la investigación realizada por científicos de Estados Unidos y España.
"Ahora sabemos que ciertas cualidades del tomate muy importantes genéticamente existen en otras variedades no industriales, lo que da a los productores la oportunidad de hacer que estas frutas sean atractivas no sólo en color sino en sabor", dijo Powell, bioquímica de la Universidad de California en Davis (oeste).
En colaboración con científicos de la Universidad de Cornell (estado de Nueva York, noreste) y otros colegas de España, que trabajaron en la secuencia de ciertas regiones del genoma del tomate, los autores del estudio identificaron dos proteínas (GLK1 y GLK2) que controlan el desarrollo del cloroplasto.
Estas son estructuras en las células de la planta que permiten la fotosíntesis en los vegetales, un proceso que convierte la energía de la luz solar en azúcares y otros componentes que influyen en el sabor y color de los tomates.
Publicado Por La Tercera (Chile)