En análisis, presentado durante una reunión de la American Association for Physical Anthropology, se basa en las medidas de más de 1 500 cráneos recogidos en varias colecciones que los habían recibido en donación, a partir de 1825.
Se afirma que la cabeza creció en altura unos ocho milímetros en el período considerado, un valor pequeño de por sí, pero que lleva a un aumento de volumen de 200 centímetros cúbicos, equivalente justamente al de una pelota. "La mayor parte de los cráneos donados eran caucásicos, por eso la medición tiene un valor científico solo para ese grupo, pero es posible que el fenómeno abarque también a otros", explicó el autor del estudio, Lee Jantz. "De todos modos -precisó el investigador- hay que decir que una cabeza más grande no significa automáticamente más inteligencia".
Desde el comienzo de la evolución humana la medida del cráneo fue en aumento, hasta llegar a una meseta hace 30 000 años e incluso comenzar a empequeñecerse entre 5 000 y 6 000 años atrás, según una teoría porque con la llegada de la agricultura ya no hacía falta ser particularmente inteligente para sobrevivir.
"Los estilos de vida en los últimos años cambiaron tanto que es difícil identificar una sola causa para este fenómeno -explicó el experto-, de lo que estoy seguro es de que el cambio se debe a algún factor ambiental". "Probablemente influyeron en las modificaciones diferentes patrones de crecimiento, debido a una mejor alimentación, menor mortalidad infantil y materna, menos trabajo físico y una baja en las barreras étnicas para el matrimonio", agregó.
En conjunto, la altura del cráneo creció en promedio 5,6 % desde fines del siglo XIX, mientras el largo del fémur se incrementó alrededor de un 2%.
Publicado por El Comercio (Ecuador)