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Así lo advierten los científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un trabajo que se ha publicado en la revista científica «PloS ONE»

Según la nota oficial del CSIC, la Borderea chouardii solo crece en las paredes verticales de la roca dentro de un área escarpada que abarca poco menos de un kilómetro cuadrado. Es una reliquia de años en los que el Pirineo tenía lugares con clima subtropical, fue descubierta en 1950 y según la Directiva de Hábitat de la Unión Europea, es una de las plantas más amenazadas del continente.

«Su inaccesibilidad en este inhóspito hábitat sin duda ha contribuido a su persistencia al mantenerla lejos de la competencia de otras especies, de los grandes herbívoros y de la dinámica asociada a los cambios de clima y de uso del territorio. Pero también constituye un handicap para mantener la estabilidad poblacional, puesto que la caída de semillas provocada por la gravedad llevaría con el tiempo a su extinción», explicó en un comunicado la investigadora del CSIC María Begoña García, del Instituto Pirenaico de Ecología.

La investigadora principal García, demuestra en este estudio registrado como «La extrema reproducción y supervivencia de un Escalador Real: la planta en peligro Borderea chouardii» que esta planta vence el handicap antes mencionado gracias a la acción de una especie clave: las hormigas Lasius grandis y Lasius cinereus. Estos formícidos se encargan, dice la nota oficial, de llevar el polen desde las plantas machos hasta las hembras. Otro tipo de hormiga, la Pheidole pallidula dispersa las semillas en otras grietas distantes a la planta madre.

«Es un doble mutualismo en el que la planta se sirve de los mismos animales, tanto para la polinización como para la dispersión de las semillas. Este tipo de mutualismo es muy escaso en la naturaleza por su fuerte dependencia de un solo tipo de interactuante; sin embargo la B. chouardii puede permitirse ese riesgo dado que su reproducción sexual no es la parte más importante de su ciclo de vida, que puede superar los 300 años. La descendencia es necesaria para sobrevivir, pero no urgente en este caso», añade la investigadora.

Polinización efectiva

La investigación, en la que han participado participado investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona y del Instituto de Biociencias de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), se ha basado en el seguimiento durante 17 años de la única población conocida de B. chouardii.

Reseñan que la polinización mediante las hormigas ha sido efectiva, ya que alrededor de un 80% de las flores logra dar frutos y en esa misma proporción, dicen los expertos, los óvulos se transforman en semillas viables.

La planta también tiene otro método de dispersión de semillas aparte de las hormigas. Emplea la «autosiembra» de frutos en grietas próximas ala hembra, sin embargo, este método es poco efectivo ya que fracasa en un 90%. El secreto de que las semillas de B. chouardii resulten muy atractivas para las hormigas reside en el contenido lipídico de la capa de células que recubre las semillas.

Noticia publicada en Panorama (Venezuela)