El anuncio ocurre después de otra buena noticia para los físicos del CERN, ubicado cerca de Ginebra, tras el apoyo efectivo de expertos independientes de una publicación clave a su descubrimiento de una nueva partícula, el bosón de Higgs.
El experimento ALICE del CERN, uno de los seis que se realizan en su Gran Colisionador de Hadrones (LHC), ha estado analizando partículas que aparecieron de la colisión de pequeños protones derivados del hidrógeno y con núcleos mucho más grandes.
"Realmente fue una prueba piloto para ver si el LHC puede producir estos sistemas de colisión asimétricos. Demostró que puede, y funcionó como un quark encanto (partícula elemental que pertenece a la segunda generación de quarks)", dijo Johannes Wessels, científico de ALICE, a Reuters. "Estamos muy entusiasmados con los resultados".
La función de ALICE es demostrar lo que le ocurre a la materia cuando se calienta a 250.000 veces la temperatura que existe en el centro del Sol, como en el "plasma de quarks y gluones" que había en el nacimiento del cosmos.
Hasta ahora, en la búsqueda de Higgs y la "nueva física" que engloba conceptos como súper-simetría, materia oscura, extra dimensiones y mundos paralelos, el CERN había colisionado sólo partículas idénticas a casi la velocidad de la luz.
OTRO JUEGO DE PELOTA
"Ya fuera colisionando protones de hidrógeno o protones juntos, era como golpear naranjas con naranjas. Pero ahora es como colisionar manzanas y naranjas", dijo otro científico del CERN. "Es un juego de pelota distinto".
Justo antes de que el LHC - que transcurre a lo largo de 27 km bajo la frontera franco-suiza - se cierre durante casi dos años el próximo febrero, se llevarán a cabo nuevas colisiones de protones más largas.
En las colisiones normales protón-protón del LHC se producía muy poco plasma, que apareció inmediatamente después del Big Bang hace 13.700 millones de años y estaba allí en sus primeros y vitales milisegundos.
Consiguientemente, las partículas que se despiden de esas colisiones con alta energía suministran pocas o ninguna pista sobre la composición completa de la sopa de plasma burbujeante de quark-gluón, entre los objetos más pequeños de la naturaleza.
Pero una fracción de los miles de millones de esas explosiones producen partículas como las que había tras el Big Bang - después de que el plasma se enfriara - que pueden ser analizadas por otros experimentos del CERN.
De esas colisiones de protones idénticos surgió al parecer el bosón de Higgs, la partícula largamente buscada que permitió que la materia se convirtiera en masa y por tanto que el universo tomara forma.
Si la nueva partícula es en realidad el bosón aún tiene que confirmarse formalmente, y sería el descubrimiento científico más importante del siglo.
Noticia publicada en La Tercera (Chile)