Los resultados, que se dados a conocer el 2 de octubre en la revista ‘Science Signaling’, han supuesto la consecución de una serie de hitos destacados al lograr desactivar genéticamente en modelos animales los genes que codifican las proteínas Vav2 y Vav3, ésta última frecuentemente enriquecida en muestras tumorales de cáncer de mama. La idea era comprobar si tenían papeles relevantes en este tipo de tumor. Los estudios indicaron que ambas proteínas actuaban coordinadamente en el crecimiento del tumor de mama primario y, "lo que fue más sorprendentemente", eran críticos para la formación de metástasis.
El estudio permitió revelar que estas proteínas son "esenciales" para la expresión de un vasto programa transcripcional en las células de cáncer de mama. Por tal motivo, el siguiente paso consistió en averiguar si esta "firma genética" pro-metastática podía tener interés desde un punto de vista terapéutico o de diagnóstico clínico. Así, los investigadores seleccionaron genes pertenecientes a esa "firma genética" que codifican moléculas con potencial terapéutico en esta enfermedad (es decir, que pudiesen ser inhibidas por métodos clásicos). En esa fase de la investigación descubrieron que, además de las proteínas Vav2 y Vav3, existían cuatro proteínas adicionales (Ilk, Inhibina betaA, ciclooxigenasa 2 y Tacstd2) que cuando se inhibían genéticamente disminuían el crecimiento del tumor primario y eliminaban por completo las metástasis del cáncer de mama al pulmón, informa Ical.
Patrón genético
Los resultados indican que la inhibición de estas seis proteínas, bien individualmente o de manera combinada, podrían utilizarse en un futuro como dianas terapéuticas.
Mediante métodos metagenómicos y bioinformáticos se confirmó además el valor diagnóstico de esta ‘firma genética’ en pacientes con cáncer de mama lo que permitió definir una ‘firma genética diagnóstica’ restringida a 102 genes que podía predecir con alta fiabilidad diferentes parámetros de la evolución de pacientes con cáncer de mama como su grado de supervivencia, la posibilidad de recurrencia de la enfermedad o el posible desarrollo de metástasis en el pulmón.
Los expertos advierten, eso si, que, dado que la caracterización de las nuevas dianas terapéuticas se produce a nivel ‘pre-clínico’, su aplicabilidad a plazo corto es reducida.
A juicio de Bustelo el trabajo "ha identificado nuevas dianas terapéuticas y demostrado a nivel pre-clínico que potencialmente serían de interés en este tipo de cáncer". Sin embargo, añadió, "su implementación práctica vendrá condicionada por la capacidad de desarrollar en un futuro próximo fármacos capaces de inhibirlas de manera efectiva y, obviamente, a que funcionen sin efectos colaterales tóxicos en los pacientes con cáncer". Los resultados obtenidos por el equipo liderado por el doctor del Centro de Investigación del Cáncer "apuntan hacia una dirección a seguir, pero todavía falta establecer el camino que permita llegar al final del trayecto".
Por contra, la llamada firma genética diagnóstica sí podría implementarse rápidamente en el caso de que exista una empresa interesada en su comercialización. Para Bustelo, ese patrón basado en el ADN "es comparable, o incluso mejor, que otras herramientas diagnósticas desarrolladas recientemente como es el caso del MamaPrint".
Del trabajo realizado en el Centro del Cáncer salmantino ha derivado la puesta en marcha de dos patentes que protegen los resultados sobre dianas terapéuticas y la firma genética diagnóstica que han sido registradas conjuntamente por la Universidad de Salamanca, el CSIC y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT).
Noticia completa en ABC (España)