De acuerdo con el doctor Alejandro de las Peñas Nava, jefe de la División de Biología Molecular y titular de la investigación, la prueba se basa en la técnica de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) y un conjunto de iniciadores (primers) que permiten amplificar fragmentos de ADN que determinan la presencia de la levadura en un periodo de cuatro a cinco horas.
Señaló el investigador que es posible realizar la prueba tanto en orina como en sangre; sin embargo, en este último caso es necesario llevar a cabo un cultivo que tarda 24 horas. Aun así, este periodo es más corto que el de pruebas comerciales que ofrecen resultados después de 10 días.
Dado que existe una necesidad de mejorar las pruebas de identificación de este patógeno, y gracias al conocimiento generado de Candida glabrata en el laboratorio, los investigadores del IPICYT decidieron diseñar un kit diagnóstico que permitirá identificar la presencia del patógeno de forma rápida y específica.
El especialista de este Centro Público de Investigación Conacyt aseguró que las pruebas moleculares, como la que han diseñado, no sólo ofrecen velocidad y especificidad al identificar el tipo de patógeno, sino también pueden determinar si es o no resistente a antifúngicos.
De las Peñas Nava aseguró que los humanos tenemos diez veces más microorganismos que células en el cuerpo, y aunque muchos son benéficos, otros esperan a que el sistema inmune esté comprometido para atacar, de aquí el termino de oportunistas.
Cuando una persona se encuentra en la unidad de cuidados intensivos sus defensas se encuentran bajas, por lo que es común que contraiga alguna enfermedad nosocomial. Las infecciones ocasionadas por hongos son producidas principalmente por Candida albicans; sin embargo, Candida glabrata se está aislando cada vez con mayor frecuencia.
No obstante, el doctor De las Peñas indicó que el problema radica cuando se trata de una Candida no albicans, pues puede llevar de 10 a 15 días determinar qué especie de Candida está atacando al paciente, periodo que puede costarle la vida a una persona en cuidados intensivos.
El líder del proyecto comentó que desde hace tiempo estudian la regulación de ciertos genes de Candida glabrata que le permiten adherirse a las células epiteliales (recubren las mucosas como la boca o el tracto gastrointestinal).
"Al estudiar la expresión de estos genes nos dimos cuenta que había una secuencia importante para su regulación, la cual se encuentra presente nueve veces en el genoma de Candida glabrata, y que además es exclusiva de este patógeno, por lo que pensamos que podría utilizarse como un código de barras para identificar rápidamente esta levadura", explicó De las Peñas Nava.
Asimismo, indicó que la doctora Irene Castaño Navarro, también investigadora del IPICYT, trabaja en la búsqueda de secuencias únicas en las otras tres especies de Candidas, con lo que se contará con una sola prueba que permitirá identificar la especie de Candida que esté causando la infección.
Aunque el kit para diagnosticar Candida glabrata ha arrojado buenos resultados en el laboratorio, y se tienen patentadas las secuencias que se utilizan en el mismo, aún es necesario validarlo en pruebas con pacientes, para lo cual el Departamento de Vinculación del IPICYT busca financiamiento.
Noticia en Vanguardia (México)