En junio de 1903, el Real Instituto de Inglaterra invit� oficialmente a Pierre a dar en Londres una serie de conferencias sobre el radio. A continuaci�n recibieron un alud de invitaciones a comidas y banquetes, pues todo Londres quer�a conocer a los padres del nuevo elemento.

En noviembre de 1903, el Real Instituto de Inglaterra confiri� a Pierre y a Marie una de sus m�s distinguidas condecoraciones: la Medalla de Davy.

El siguiente reconocimiento p�blico a su labor vino de Suecia. El 10 de diciembre de 1903, la Academia de Ciencias de Estocolmo anunci� que el Premio Nobel de F�sica correspondiente a aquel a�o se dividir�a entre Antoine Henri Becquerel y los esposos Curie, por sus descubrimientos relacionados con la radiactividad.

Este premio era una suma equivalente a 15,000 d�lares, y su aceptaci�n no era en modo alguno "contraria al esp�ritu cient�fico". Pierre pudo dejar la pesada carga de sus muchas horas de clase y salvar as� su salud. Cuando recibieron el dinero hubo regalos para el hermano de Pierre, para las hermanas de Marie, donaciones a varias sociedades cient�ficas, a estudiantes polacos y a una amiga de la infancia de Marie.

Marie se dio tambi�n el gusto de instalar un ba�o moderno en su casa y de renovar el papel de una habitaci�n; pero no se le ocurri� comprarse un sombrero nuevo, y continu� con sus clases, aunque insisti� en que Pierre dejara su trabajo en la Escuela de F�sica.

Cuando la fama les abri� los brazos, los telegramas de felicitaci�n se apilaban sobre su gran mesa de trabajo; los peri�dicos publicaban miles de art�culos acerca de ellos, llegaban centenares de peticiones de aut�grafos y fotograf�as, cartas de inventores e incluso poemas sobre el radio. Un norteamericano lleg� hasta solicitar permiso para bautizar a una yegua de carreras con el nombre de Marie. Pero para los esposos Curie su misi�n no hab�a terminado; su �nico deseo era continuar trabajando.

En la primavera de 1904, Marie escribi�: "...�Siempre hay ruido a nuestro alrededor! La gente nos distrae de nuestro trabajo. He decidido no recibir m�s visitas; pero de todos modos se me importuna. Los honores y la fama han estropeado nuestra vida. La existencia pac�fica y laboriosa que llev�bamos ha sido completamente desorganizada".

Al final de su segundo embarazo, Marie estaba completamente agotada. El 6 de diciembre de 1904 naci� otra hija, �ve, la autora de esta biograf�a.

Pronto volvi� Marie a la rutina de la escuela y el laboratorio. El matrimonio no asist�a jam�s a fiestas sociales, pero no pod�a eludir los banquetes oficiales en honor de sabios extranjeros. Para tales ocasiones, Pierre vest�a su frac brillante y Marie se ataviaba con su finito traje de noche.

El 3 de julio de 1905 ingres� Pierre Curie en la Academia de Ciencias. Mientras tanto, la Sorbona hab�a creado para �l una c�tedra de F�sica (el puesto que tanto hab�a deseado), pero todav�a no dispon�a de un laboratorio adecuado.

Pasaron otros ocho a�os de paciente labor antes de que Marie lograra instalar la radiactividad en un hogar digno de tan importante descubrimiento, hogar que Pierre no habr�a de conocer.