Las erupciones pasadas del Cotopaxi, incluyendo la �ltima erupci�n importante ocurrida en el a�o 1877, estuvieron caracterizadas por seis clases de fen�menos eruptivos que representan peligro para el hombre y las obras de infraestructura. Estos fen�menos incluyen:
(a) Flujos de escombros y lodo (lahares)
(b) Ca�das de pirocl�stos y ceniza
(c) Flujos pirocl�sticos
(d) Derrames de lava
(e) Gases volc�nicos y vapor caliente
(f) Sismos Volc�nicos
(a) Flujos de lodos y escombros (lahares)
Los lahares representan el mayor peligro para los habitantes de los valles de los Chillos, de Tumbaco y de Latacunga y Salcedo, en caso de una erupci�n importante del volc�n Cotopaxi. Los flujos de escombros y lodo (lahares) podr�an causar grandes afectaciones a lo largo de los cauces de los r�os Salto, Pita, Santa Clara, San Pedro en los respectivos valles de los Chillos y Tumbaco, por un lado, y por otro los rios Cutuchi, San Lorenzo, Saquimala, Burrohuaicu, Alaqu�z, Patate y Pastaza.
La fusi�n del casquete de hielo y nieve por acci�n de materiales incandescentes (flujos pirocl�sticos o flujos de lava), cuya temperatura es superior a los 800oC, se transformar�a r�pidamente en un flujo muy m�vil con caracter�sticas similares al concreto. Dada la densidad de esta mezcla, estos flujos pueden transportar grandes bloques de roca (de hasta varios metros de di�metro) y otros objetos como puentes, casas, �rboles y veh�culos.
La peligrosidad asociada a este fen�meno est� determinada por el volumen, velocidad y extensi�n del lahar generado, los cuales a su vez dependen del volumen de agua y del material rocoso suelto disponible sobre la superficie del cono, de la pendiente y del enca�onamiento de los drenajes, de la fluidez del flujo, as� como de la cantidad de material suelto en los cauces que drenan el volc�n. Se han observado velocidades de 40 a 100 km/h en lahares hist�ricos de otros volcanes, pudiendo extenderse aguas abajo decenas a cientos de kil�metros, arrasando con todo lo que encuentran a lo largo del cauce y a orillas de los drenajes afectados.
(b) Ca�das de pirocl�stos y ceniza
En todas las erupciones del Cotopaxi ha ca�do en los alrededores del volc�n los productos volc�nicos de la erupci�n. Este fen�meno constituye, despu�s de los lahares, el fen�meno m�s grave desde el punto de vista del impacto socioecon�mico causado a los habitantes. Las ca�das de piroclastos afectan tanto a la poblaci�n como a los animales, cubren �reas del orden de cientos a miles de kil�metros cuadrados, terminan con todas las cosechas de los pr�ximos a�os y generan un problema social devastador para los gobiernos quienes tienen que atender a la gente y ganado afectado.
En el caso del Cotopaxi, donde los vientos soplan en general desde el este y sudeste hacia el noroeste, oeste y sudoeste, ser� el Valle Interandino entre Machachi al norte y Salcedo al sur el que recibir�a la mayor parte de la ceniza. En los caser�os m�s cercanos al volc�n, donde se esperan ca�das m�s frecuentes y espesores importantes, las casas y otras estructuras no bien construidas podr�an sufrir el colapso de sus techos y paredes debido al peso de la ceniza. Adem�s, en dichas zonas cercanas, los fragmentos ca�dos podr�an alcanzar di�metros de hasta 10 cm y provocar incendios, si guardan mucho calor. As� mismo, las ca�das de ceniza podr�an causar muchos problemas en la salud de los habitantes (problemas respiratorios) y sus animales (problemas digestivos).
En aquellos sectores donde se acumulan grandes cantidades de ceniza (del orden de varios cent�metros de espesor), existe la probabilidad de generar lahares secundarios, si ocurren lluvias de gran intensidad posteriores a la depositaci�n de la ceniza.
(c) Flujos pirocl�sticos
Los flujos pirocl�sticos o nubes ardientes representan el fen�meno m�s peligroso, dada su alta temperatura (900-1000 � C) y elevadas velocidades (superior a los 100 km/h). Se originan en la cumbre o a partir de la columna eruptiva sobre el volc�n. Afortunadamente en todas las erupciones hist�ricas y prehist�ricas, los flujos m�s grandes han llegado hasta la base del cono, por lo que en ning�n caso han alcanzado lugares donde hoy en d�a existen caser�os o zonas pobladas. Si las futuras erupciones del Cotopaxi son de la misma magnitud que las pasadas, se cree que dicho fen�meno no alcanzar� ni afectar� los sectores habitados. Solamente en el caso de una erupci�n muy grande, los flujos pirocl�sticos podr�an alcanzar las zonas pobladas de la base del flanco occidental del cono en el valle de Latacunga.
(d) Derrames de Lava
En tiempos hist�ricos y prehist�ricos han ocurrido frecuentemente derrames o flujos de lava emitidos generalmente del cr�ter o de fisuras en el flanco occidental del cono. Afortunadamente tales flujos avanzan lentamente y llegaron solamente hasta la base del cono. Por lo tanto no representan peligro alguno para las zonas pobladas alrededor del volc�n.
(e) Gases Volc�nicos y Vapor Caliente
Antes, durante o despu�s de una erupci�n, el volc�n puede emitir gases volc�nicos y vapor a altas temperaturas, particularmente por su cr�ter o por la parte superior del cono volc�nico. Se desconocen otras zonas de salida de gases y vapor (fumarolas) en los flancos intermedios e inferiores del cono. Dado que los vientos en la parte superior del volc�n son muy fuertes, dichos gases ser�an disipados r�pidamente, y por lo tanto no representan peligro alguno para los habitantes de las cercan�as del volc�n. Por el contrario, los andinistas que visiten el cr�ter o la parte superior del cono deben tomar las precauciones necesarias para evitar entrar en contacto con dichos gases y vapor calientes. En particular se debe evitar el ascenso al cr�ter o a las depresiones adyacentes donde pueden acumularse y concentrarse los gases magm�ticos. Adicionalmente, la mezcla de los gases (especialmente el SO2 ) con el agua lluvia favorece la formaci�n del �cido sulf�rico, que cae a la superficie en forma de lluvia �cida, da�ina para los series vivos (animales y plantas) y altamente corrosiva para los objetos met�licos.
(f) Sismos Volc�nicos
En las semanas y meses que preceden una erupci�n, se detectan com�nmente, muchos microsismos en las cercan�as y en el cono mismo del volc�n. Este fen�meno lejos de afectar a los pobladores que habitan en las cercan�as del volc�n, resulta beneficioso para la comunidad pues permite a los cient�ficos comprender mejor los procesos magm�ticos que est�n ocurriendo en un volc�n activo. En general la actividad volc�nica no genera sismos de mayor magnitud, de tal manera que en raras ocasiones los sismos alcanzan una magnitud que les permiten ser sentidos por los moradores. En efecto, en algunas erupciones pasadas del Cotopaxi se report� que la gente sinti� �temblores�; sin embargo, ning�n sismo caus� da�os en los alrededores. En consecuencia en caso de una reactivaci�n del Cotopaxi, no es de esperar sismos de magnitud intermedia o grande, ni destructores.