Bueno, nada, al menos de momento. Militares, políticos y burócratas, han reiterado que el sector energético debe manejarse estatalmente, se ha satanizado cualquier intento de privatización, y la poca inversión privada que ha ingresado al sector ha sido confiscada mediante tecnicismos, blandiendo el eufemismo de la caducidad de contratos.
El Estado por su parte, hace mediocre uso de los recursos energéticos del país, causando graves daños al ambiente, entregando pésimos servicios con equipos y procedimientos obsoletos y peligrosos.
No le va bien al país aprovechando las caídas de aguas naturales para generar hidroelectricidad, ya en 2008 el Estado anunció construir 9 proyectos hidroeléctricos hasta 2013, y al momento de escribir este post el plazo terminará en 11 meses y ningún proyecto está listo, salvo las hidroeléctricas Mazar y San Francisco que fueron iniciadas por gobiernos anteriores. Y la de por sí ineficiente energía solar en el Ecuador ha demostrado una y otra vez que los estados son pésimos ejecutores y administradores.
Hoy se presenta la oportunidad de explotar la energía geotérmica, bueno, no desde hoy, ya en 1983 el extinto INECEL publicaba un estudio de exploración de los recursos geotérmicos en Chalupas, y en 1995 un proyecto de OLADE, CEPAL y GTZ presentaba un estudio de evaluación del proyecto geotérmico Tufiño-Chiles.
Entonces ¿Cuantos megawatts generan ya los campos geotérmicos del Ecuador? respuesta: un valor cercano a cero. Así tenemos que:
Ecuador es un país petrolero que no tiene una industria petroquímica, aparte de asfalto y combustibles mediocres. Ecuador es un país con gran cantidad de recursos hídricos pero muy desaprovechados. Ecuador es un país de potencial geotermal pero ni un solo megawatt ha sido producido. Ecuador se embarca en proyectos de energías renovables ineficientes.
¿De quién es la culpa?
Del Estado, sus políticos, burócratas, militares, sindicatos y beneficiarios varios; y de los ciudadanos por permitirlo eligiendo a incompetentes funcionarios estatistas.
El Estado ecuatoriano define y ordena qué, cómo y dónde se aprovechará el recurso, no basado en criterios de incentivos de mercado sino basado en ambiciones políticas y utopías infantiles. Tal es así, que pese a tener estudios avanzados de aprovechamiento geotérmico en Chachimbiro que preveían producir 150 MW (más que el proyecto Tufiño-Chiles) y con interés privado en ejecutarlo, el gobierno actual decide avanzar sobre el proyecto geotérmico en Tufiño.
Diario El Comercio:
Imbabura sin proyecto
El interés de aprovechar la energía geotérmica surgió hace dos años en el país, durante la Primera Conferencia Nacional de Geotermia, que se realizó en Ibarra, el 6 y 7 de julio del 2010.
...
Durante el encuentro internacional se destacaron los estudios que realizó la Escuela Politécnica del Ejército (Espe) en Chachimbiro, Imbabura. Se dijo que eran los más avanzados en el país. Incluso se anunció que en marzo del 2 011 se conocería el lugar exacto del campo de vapor, en el cual se realizarían perforaciones profundas, para obtener la energía de la tierra.
Sin embargo, el proyecto de Imbabura quedó suspendido inexplicablemente, asegura Eduardo Aguilera, ex director del proyecto Geotérmico Chachimbiro. Según Daniel Suárez, titular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología y ex coordinador de la Secretaría Nacional de Planificación, de la zona norte, el plan quedó de lado porque Chachimbiro tiene vocación turística.
Publicado originalmente por Diario El Comercio
¿Cuál es la solución?
Permitir al sector privado asumir riesgos (sin subsidios ni ayudas, y tampoco impuestos) para explorar, invertir, producir y comerciar energía de distintas fuentes, la geotérmica incluida. Los beneficiados seremos todos en la mejora de nuestra calidad de vida, con inversiones creadoras de empleos, con competitividad industrial, y menos corrupción, abuso e ineficiencia estatales.
Pero de continuar el absurdo manejo estatal en el sector energético ecuatoriano, volveremos en diez años y veremos poco avance en el desarrollo de la energía geotermal como en los cuarenta años anteriores. El Estado ecuatoriano, no hace ni deja hacer, es el perro del hortelano.