Exposición Universal de París. Corre el año 1889. El mundo asiste a la inauguración de la Torre Eiffel, una obra fuertemente criticada por la elite cultural de la época y hoy convertida en el símbolo de la capital francesa. Un siglo después, el arquitecto indio Anish Kapoor quiere repetir semejante hazaña, pero con un cambio de escenario: Londres; de motivo: los Juegos Olímpicos de 2012; y, como material: acero en lugar de hierro.
La nueva torre recibe el nombre de ArcelorMittal Orbit, es decir, no se llama como su creador, sino como su patrocinador, que ha invertido 19,6 millones de libras de las 22,7 millones de libras (28,3 millones de euros) que ha costado esta instalación, llamada a convertirse en el símbolo de los JJOO de 2012 y en el monumento más alto de Londres, con algo más de un centenar de metros de altura. La obra acaba de ser entregada al Ayuntamiento de Londres por su patrocinador, y ya ha desatado la polémica.
Su creador, Anish Kapoor la compara con otras obras que en su día también fueron fuertemente criticadas por romper los convencionalismos sociales y estéticos. Concretamente, se refiere a la propia Torre Eiffel, hoy símbolo de París, y al Parlamento de Londres, que rompe con su estilo gótico la armonía del neoclásico de la capital británica pero que actualmente está considerada una joya arquitectónica.
Durante la presentación, Kapoor aseguró que había pretendido romper con la simetría que presentan las torres monumentales que existen en la actualidad. Para su diseño de una órbita que gira varias veces sobre sí misma, eligió como material el acero, el único que, a su entender, es al mismo tiempo flexible, ligero y capaz de soportar una estructura de 2.000 toneladas de peso. Sólo si el viento sopla a más de 100 kilómetros por hora se cerrará al público.
La estructura está pensada para albergar a unos 4.000 visitantes diarios durante los JJOO. Una vez que la cita deportiva termine, está previsto que una de las plataformas que hacen de mirador se transforme en un restaurante. Según los cálculos de la ciudad de Londres, cada año un millón de personas subirán a la ArcelorMittal Orbit, lo que servirá para generar 50 empleos y unos ingresos de 10 millones de libras (12,5 millones de euros) para las arcas públicas.
Como curiosidad, los promotores del proyecto han explicado que en su construcción, en la que se ha tardado casi un año, se ha utilizado prácticamente acero de todo el mundo, incluida España, donde ArcelorMittal tiene varias plantas. Concretamente, la elegida para que su producción de acero estuviera presente en el monumento más alto de Londres ha sido la fábrica vasca de Sestao.
Noticia publicada en Expansión (España)
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Imagen: El Mundo
