"La mayor�a de las universidades del mundo son muy buenas para encontrar objetivos para la intervenci�n en el c�ncer y este estudio sugiere que estos dos genes, si se expresan de m�s en un tumor, podr�an desactivar los vasos sangu�neos tumorales", explic� el Dr. Arthur E. Frankel, quien ocupa la c�tedra Tula Lee Stone en investigaci�n oncol�gica del Colegio de medicina del Centro de ciencias de la salud Texas A&M.
"El problema es que no es tan trivial lograrlo", a�adi� Frankel, quien es tambi�n director del Instituto de investigaci�n oncol�gica y de hematolog�a y oncolog�a del Scott & White. "La observaci�n es verdadera, pero no es inmediatamente obvio para m� que ayudar� a alguien a corto plazo".
Los individuos que tienen s�ndrome de Down, la causa gen�tica m�s com�n de retraso mental, portan una copia adicional del cromosoma 21 y, por lo tanto, copias adicionales de cada uno de los 231 genes encontrados en esa cromosoma. Y aunque las personas que sufren de s�ndrome de Down tienen un riesgo mayor de desarrollar ciertos tipos de leucemia frente a la poblaci�n general, tienen un riesgo de apenas diez por ciento de morir de la mayor�a de c�nceres de tumores s�lidos, entre ellos los c�nceres de mama, cerebro, p�ncreas, pulm�n y colon. Durante mucho tiempo, ese fen�meno ha sido un misterio cient�fico.
"En los cincuenta, en la Facultad de medicina de la Harvard, una pregunta de examen era: "�Por qu� los pacientes de s�ndrome de Down no contraen c�ncer?". La respuesta era que no viv�an lo suficiente", se�al� la autora principal del estudio Sandra Ryeom, investigadora del c�ncer del Programa de biolog�a vascular pedi�trica del Hospital pedi�trico de Boston. "Ahora sabemos que no es as�. Muchos problemas m�dicos [de los pacientes de s�ndrome de Down] son tratables y corregibles, y ahora viven lo suficiente. Y todav�a encontramos una protecci�n significativa contra los c�nceres de tumores s�lidos".
Este estudio se basa en el trabajo del pionero de la angiog�nesis de EE. UU., el Dr. Judah Folkman, quien falleci� el a�o pasado. La angiog�nesis se refiere al crecimiento de los vasos sangu�neos necesarios para nutrir las c�lulas de c�ncer. Folkman plante� la hip�tesis de que la inhibici�n de la angiog�nesis podr�a ser clave para evitar que se formen c�nceres.
La teor�a inicial de Folkman surgi� en parte de la observaci�n de que los pacientes de s�ndrome de Down tambi�n sufr�an menos enfermedades relacionadas con la angiog�nesis como la retinopat�a diab�tica, la aterosclerosis y la degeneraci�n macular.
Esos investigadores se enfocaron en el gen Dscr1 (regi�n candidata 1 del s�ndrome de Down), que aten�a el crecimiento de los vasos sangu�neos al inhibir una sustancia qu�mica llamada factor de crecimiento endotelial vascular.
"Esto sugiere que el Dscr1 es incre�blemente importante en el bloqueo del crecimiento tumoral y el motivo por el que los tumores crecen lentamente es que esa formaci�n de vasos sangu�neos se ve bloqueada", apunt� Ryeom. "Esto nos dijo que el Dscr1 ten�a una funci�n cr�tica en la supresi�n de la angiog�nesis tumoral".
El Dscr1 solo result� en algo de supresi�n tumoral, pero podr�a haber hasta cinco genes que tengan que ver en la acci�n. "El Dscr1 es necesario, pero no suficiente", explic� Ryeom.
De hecho, Ryeom y sus colegas consideran que el Dscr1 trabaja con otro gen del cromosoma 21, llamado Dyrk1a, para bloquear lo que se conoce como "v�a de se�alizaci�n de la calcineurina", un circuito que tiene que ver con ayudar a los tumores a desarrollar el flujo sangu�neo necesario para su crecimiento y supervivencia.
Pero persiste la pregunta de si esta informaci�n terminar� ayudando a los pacientes de c�ncer.
"Ahora tenemos unos 10,000 objetivos para los tumores, pero ciertamente no tenemos 10,000 f�rmacos contra el c�ncer", se�al� Frankel. "Estamos intentando trabajar con investigadores para obtener medicamentos o prote�nas o �cidos nucleicos que podr�an entonces ser usados para probarlos en pacientes, [pero] la actividad en esa �rea es muy m�nima. Las compa��as farmac�uticas se muestran muy reacias a probar estos nuevos objetivos sin m�todos sencillos".
Otro experto concurri� en que el camino para cualquier terapia eficaz contra el c�ncer es ardua e incierta.
"Creo que necesitamos estudiar el campo de la angiog�nesis, pero tambi�n creo que est� bastante claro que dirigirse a �sta y manipularla en la enfermedad del paciente no es algo tan f�cil como se cre�a. Ayuda y en algunos casos es bastante asombroso, pero a�n estamos averiguando d�nde sucede as�", apunt� el Dr. Jeffrey A. Toretsky, profesor asociado de los departamentos de oncolog�a y pediatr�a del Centro oncol�gico Lombardi de la Universidad de Georgetown en Washington, D.C.
Un ejemplo puede ser Avastin, el f�rmaco antiangiog�nesis protot�pico. "Apenas muestra un beneficio marginal y tiene efectos secundarios", se�al� Toretsky.
En cuanto a esta contribuci�n a la literatura de la angiog�nesis, dijo que "la pregunta que siempre planteo es c�mo se puede pensar plausiblemente en manipular este gen en una manera que sea t�cnicamente posible hoy en d�a, y no algo que suceda en el futuro. De otra manera, esto se vuelve algo en que pensar, pero habr� que pensar en el pr�ximo paso".
Publicado originalmente en Info 7 (M�xico)