Por Rodolfo Terragno
senador nacional UCR
El discurso tremendista de algunas agrupaciones con pocos conocimientos cient�ficos e hist�ricos atentan contra las necesidades de los pueblos.
Claude Allegre es un cient�fico fulgurante y pol�mico. Este famoso geoqu�mico confiesa "amor" por el planeta, y proclama que su "patria" es la Tierra. Claro que All�gre no es s�lo un cient�fico. Es, tambi�n, un socialista, envuelto en una lucha contra ese ecologismo. Durante el gobierno de Leonel Jospin, All�gre fue Ministro de Educaci�n, Investigaci�n y Tecnolog�a (1997-2000).
Ahora, no piensa votar por S�gol�ne Royal: "Yo creo que Francia necesita la energ�a nuclear, y ella propone reducirla. Yo creo que los Organismos Gen�ticamente Modificados (OGM) son indispensables para la agricultura francesa, y ella se opone a ellos. Yo creo que la investigaci�n m�dica debe valerse de las c�lulas madre, y ella tambi�n est� contra esto. A mi juicio, la izquierda debe identificarse con el progreso; no con el oscurantismo".
El martes 3 asist�, en el Hotel Lutetia de Par�s, a la presentaci�n del �ltimo libro de All�gre: Ma v�rit� sur la plan�te. No fue escrito (directamente) contra Royal. El autor eligi�, como antagonista, a Nicolas Hulot: gur� ecol�gico a quien la candidata socialista ha resuelto seguir. Hulot es un periodista que, a partir de 1987, llam� la atenci�n de Francia con su programa Ushua�a (TF1), dedicado a la salvaguarda de la naturaleza. "El progreso se ha convertido en un riesgo", sostiene este hombre, que para evitar tal "riesgo" invita a la "frugalidad" de los consumidores.
�Una sociedad franciscana?
El ideal ser�a una sociedad franciscana, dominada por los molinos de viento, las huertas individuales y las bicicletas. No es la visi�n del bengal� Amartya Sen, un estudioso de las hambrunas y "los mecanismos subyacentes de la pobreza". Sen (Premio Nobel de Econom�a en 1988) sostiene que "desarrollo y ecolog�a deben ser integrados".
Lo mismo piensa All�gre, para quien los efectos colaterales de ciertas tecnolog�as deben ser reparados con m�s tecnolog�a. Eso "estimular� el crecimiento y crear� empleos, permitiendo combatir el hambre, las enfermedades y la pobreza".
La educaci�n y la investigaci�n, en vez de concentrarse en el "ambientalismo retr�grado" que propone Hulot, deben poner la mira en la inform�tica, la biotecnolog�a o la nanotecnolog�a. Para All�gre, hace falta una "ecolog�a reparadora y evolutiva, no una ecolog�a acusadora y retr�grada".
All�gre niega que los h�bitos de la sociedad actual alcancen para alterar, por si solos, un sistema tan complejo como la atm�sfera. Los polos se calientan, las lluvias tropicales aumentan, el Sahara se extiende; pero todo eso es resultado de un cambio clim�tico, como tantos otros que ha sufrido la Tierra desde tiempo inmemorial.
Hace 700 millones de a�os, el planeta estaba cubierto de hielo y nieve. Hace 65 millones, una erupci�n volc�nica acab� con los dinosaurios. Hace 4 millones se sucedieron los per�odos glaciares. En la Edad Media, el calentamiento global hizo de Groenlandia (tierra verde, en dan�s) una isla f�rtil.
Existe una relaci�n entre temperatura y cantidad de di�xido de carbono (CO2) en la atm�sfera; pero las variaciones de CO2 no comenzaron con los aerosoles.
La danesa Henrik Svensmark cree que los cambios clim�ticos obedecen a fluctuaciones en la intensidad de los rayos c�smicos gal�cticos que llegan a la Tierra. Esa intensidad es modulada por un campo magn�tico que, a la vez, depende de la actividad solar.
El exceso de CO2 en la atm�sfera es, en efecto, un problema: entre otras cosas, acidifica los mares y mata la fauna marina. Sin embargo, ese problema admite una sola soluci�n: "secuestrar" el excedente de CO2.
Paul Crutzen gan� el Nobel de Qu�mica por descubrir un sistema que permite hacerlo; pero es muy costoso. Una alternativa: espolvorear los oc�anos con hierro, para que las plantas microsc�picas que flotan en el agua (fitoplancton) absorban CO2 por fotos�ntesis. El fitoplancton no puede hacer eficazmente el trabajo en aguas que, como las oce�nicas, suelen ser pobres en hierro.
En cuanto a los OGM, hace m�s de 5.000 a�os que la humanidad los produce, injertando plantas o cruzando animales. La novedad es que ahora se puede crearlos mediante la manipulaci�n del ADN. Royal ha prometido que, si es elegida, prohibir� tal actividad en Francia.
Mientras tanto, en el mundo, los cultivos transg�nicos cubren 70.000 millones de hect�reas, y el "arroz dorado" (que incorpora vitamina A) est� deteniendo la ceguera end�mica en �frica.
Como cualquier instrumento, la ingenier�a gen�tica puede servir al bien o al mal. El Estado debe orientar su uso positivo a trav�s de "la reglamentaci�n y el financiamiento".
All�gre defiende su posici�n con fervor. Cree que la obsesi�n peque�o burguesa por el calentamiento global y los OGM ocultan el verdadero problema contempor�neo: un desarrollo insuficiente, cuyos beneficios son distribuidos de manera desigual, tanto entre naciones como en el mundo desarrollado.
"Con qu� derecho vamos a limitar nosotros, sobre la base de prejuicios y tab�es, el desarrollo de la China, la India o Brasil? �C�mo vamos a decirles a los pobres de nuestros pa�ses que, pudiendo, no vamos a crear m�s riqueza ni m�s empleos?.
Publicado en El Tribuno de Salta (Argentina)