Noticia en Voltairenet: �Se quema� la supercomputadora de la UNAM.A menos de cuatro meses de inaugurada, la supercomputadora Kan Balam �se quem� y s�lo funciona el 25 por ciento de la capacidad originalmente instalada, denuncian funcionarios, trabajadores, acad�micos y usuarios de la DGSCA.
Irresponsabilidad burocr�tica:
El percance ocurri� durante la madrugada. Ante el incendio, los vigilantes llamaron a los responsables directos de la supercomputadora, la arquitecta Genevieve Lucet, directora de C�mputo para la Investigaci�n, y el maestro en Ciencias Jos� Luis Gordillo, jefe del departamento de Superc�mputo. Los funcionarios nunca contestaron el tel�fono y los trabajadores decidieron cortar la corriente el�ctrica...
Malos servicios:
Una nueva �falla l�gica� ocurrida durante la primera semana de mayo afect� los discos duros y dej� sin funcionar otra cuarta parte de la supercomputadora. Infructuosamente, matem�ticos, bi�logos, ingenieros, f�sicos y, entre muchos otros cient�ficos, vulcan�logos, solicitan el equipo Kan Balam sin �xito. Las autoridades universitarias niegan el servicio aduciendo �alta demanda�.
Posibles hechos de corrupci�n:
A los especialistas les resulta extra�o que el m�todo de adquisici�n de esta supercomputadora, cuyos nombres t�cnicos son cl�ster o granja de servidores, haya sido una subasta descendente, donde la ganadora HP dej� atr�s a las empresas IBM y SUN.
Informan que, meses antes, HP hab�a �donado� un equipo para c�lculo cient�fico con procesadores Itanium 2. Reconocen que no es la primera vez que la UNAM compra a HP un equipo de c�mputo. �Por supuesto que no es la primera. Casi siempre gana en los proyectos en los que est� involucrado directamente el director (de la DGSCA) Alejandro Pisanty�.
Haga cada uno el correspondiente ejercicio de investigaci�n, considere la calidad de un servicio p�blico, sobretodo si es brindado en modalidad de monopolio, cuente los esc�ndalos de corrupci�n, ineficiencia o ambos. Luego preg�ntese si realmente el Estado debe administrtar servicios o solo dedicarse a tareas limitadas a justicia, defensa y cierta obra p�blica. Que quede de tarea para cada uno.