Haremos aqu� un cr�tica paso a paso de la intervenci�n de Stiglitz en Ecuadoradio y reproducida parcialmente en diario El Comercio (Ecuador): Joseph Stiglitz recomienda aplicar una reforma tributaria m�s dura en Ecuador
Una reforma tributaria m�s dura, que se aplique la ley, incluso con c�rcel para quienes incumplan, propone el premio N�bel de Econom�a, Joseph Stiglitz.
Los impuestos ya son un atentado a la libertad individual por cuanto implican la sustracci�n de la leg�tima propiedad personal mediante coerci�n estatal, este despojo ha sido justificado con argucias como la del "inter�s general", sin embargo no deja de ser hurto no importa la justificaci�n dada. Pero adem�s es una vileza pedir prisi�n contra una leg�tima acci�n de una persona a resistirse a ser despojado. No es inmoral no pagar impuestos, es inmoral cobrarlos.
A su criterio, hay que hacer inversiones para mejorar en estos campos. Dice que en el Ecuador y en muchos pa�ses los bancos no est�n haciendo lo que debieran hacer: inversiones a largo plazo, financiar cr�ditos de corto plazo y con tasas m�s bajas.
Deber�a ser evidente que no se puede prestar lo que no se tiene y que un banco no debe sacrificar su permanencia y el cobijo a sus ahorristas con el fin de prestar indiscriminadamente. La tasa de inter�s realmente no es fijado por el banco sino por el mercado en primera instancia, son los ahorros y su crecimiento lo que permite al banco y a todo el sistema aumentar y diversificar sus pr�stamos, especializarse en distintos sectores y ofrecer tasas de inter�s bajas que financien distintas actividades econ�micas.
Pero los ahorros no aumentan si no hay primero estabilidad pol�tica y econ�mica e instituciones s�lidas. Sin buenas perspectivas de futuro, los ahorristas preferir�n consumir primero antes que ahorrar por lo que crece la demanda de bienes a corto plazo pero se descapitaliza al sistema financiero causando que los cr�ditos sean escasos, la producci�n se ralentice y de regreso los bienes escaseen.
Record� que los pa�ses que han sido m�s exitosos han tenido que invertir mucho en educaci�n, tecnolog�a e infraestructura y reconocer que se vive en un mercado global muy competitivo.
Ac� hay un error de confusi�n entre causa y efecto. En realidad los pa�ses que se han desarrollado son los que abrieron sus fronteras al comercio, liberalizaron sus mercados y redujeron burocracia, regulaciones e impuestos. S�lo despu�s estas naciones se capitalizaron lo suficiente como para hacer grandes inversiones en educaci�n, tecnolog�a, infraestructura y prestaciones sociales. Tal es el caso de Suecia que entre 1860 y 1930 vive una �poca de expansi�n econ�mica motivada por el libre comercio, un gobierno reducido, bajos impuestos y libertades civiles, durante esta �pocalos salarios reales de los trabajadores industriales suecos crecieron en un 25% por d�cada. Mas tarde la socialdemocracia sueca toma el poder y establece el Estado de Bienestar que erosion� los �xitos dela etapacapitalista anterior. Hoy en d�a Suecia est� desmontando de a poco su estado benefactor.
Record� que la estrategia de desarrollo en naciones como Finlandia fue mejorar la calidad de la educaci�n y de su gente.
Es cierto pero estos servicios son mejor provistos por el mercado que por el gobierno, adem�s no puede existir desarrollo si la educaci�n forma j�venes que luego no tienen cabida en el mercado como empresarios o trabajadores calificados. Si el Estado impide la creaci�n de empresas, irrespeta contratos o aumenta impuestos dif�cilmente est� permitiendo los incentivos para aumentar la industria, los servicios, el empleo y el ahorro. Si hay jovenes formados (o incluso poco formados) estos establecer�n negocios, crear�n empleos y riqueza en otro lado, tal es el caso de centenares de miles de emprendedores que hacen fortuna en nacionesestatalmente menos intervenidas como Espa�a, Italia o EEUU. Lo que no dice Stiglitz es que Finlandia s�lo tiene 18 empresas estatales mientras Ecuador cientoso quiz� miles.
Stiglitz cree que uno de los problemas que enfrenta el Ecuador es el alto precio de la electricidad y una de las razones es que ha habido baja inversi�n pese a que tiene enormes posibilidades de lograr energ�a hidroel�ctrica.
Esto es cierto, pero lo que Stiglitz no dice es que Ecuador posee una pol�tica energ�tica estatista y no existen incentivos para el inversionista local o extranjero, m�s a�n cuando el gobierno confisca empresaspetroleras o sus utilidades, fija precios e impide la capitalizaci�n privada de las ineficientes empresas el�ctricas p�blicas.
Stiglitz tambi�n se refiri� a los emigrantes y los recursos que generan. Cree que hay mucho m�s que hacer incluso para facilitar que repatr�en fondos a sus pa�ses de origen, pero tambi�n abrir oportunidades para que canalicen los fondos de una manera m�s efectiva para promover el desarrollo, no solo para consumo sino para construir empresas.
De nuevo, si el Estado destruye los incentivos para ahorrar e invertir a largo plazo, entonces no puede esperarse que el dinero de los emigrantes se destine a inversiones empresariales de largo plazo.
Tambi�n ratific� sus cr�ticas a los acuerdos comerciales bilaterales. Dijo que no son libres ni ayudan al crecimiento de los pa�ses m�s pobres. Se necesita brindar asistencia y reducir la disparidad entre las naciones ricas y pobres, seg�n Stiglitz.
Abrir el comercio aunque sea parcialmente como es el caso de los tratados comerciales, permite que las personas puedan contar con productos m�s convenientes y que en general su poder adquisitivo y su calidad de vida mejoren. El libre comercio tambi�n mejora la competitividad, al menos en la forma como se han negociado con EEUU introduciendo la obligatoriedad de desmontar los monopolios estatales en la provisi�n de servicios. Tal vez no todo es bueno en los tratados comerciales que se han negociado con EEUU, como por ejemplo las nuevas regulaciones laborales que entorpecer�an m�s el mercado laboral, pero de todos modos los beneficios son muchos m�s que los posibles perjuicios.
Mas importante es el derecho que le asiste a cada persona para adquirir y conservar propiedade intercambiarla, es por esto, que toda traba o impuesto sobre el comercio es de por s� una intervenci�n arbitraria del Estado para obtener recursos que no le pertenecen para d�rselos a quien no los ha ganado.