La b�squeda incesante de las razones por las que el ser humano arrastra de manera intr�nseca una tendencia hacia el sufrimiento ha sido uno de los principales afanes de nuestra civilizaci�n desde el surgimiento mismo de la especie.
Tantas corrientes filos�ficas y credos existen en el mundo como maneras de explicar este enigma. Sin embargo el Budismo, en particular, asocia este fen�meno con el equilibrio que cada cual sea capaz de conservar en su mundo interior y a su vez, de la relaci�n que establezca entre su yo y el entorno en el cual se desenvuelve.
Acerca de esa concepci�n, sus or�genes y algunos de los principales basamentos de una filosof�a que aunque escasamente divulgada y a veces tergiversada, se remonta a varios siglos antes de la era cristiana, Diario Las Am�ricas convers� con Ileana Guelbenzu-Davis, recibida como Doctora en Filosof�a y Letras de la Universidad de la Habana, y con un Master en Ciencias, de Nova University.
Cuenta la historia que el pr�ncipe Siddartha Gautama, del reinado de Sakyans, regi�n al sur de la India donde hoy se encuentra Nepal, hab�a sido criado como monarca, expuesto a los placeres mundanos, entrenado para ser un bravo guerrero y sin ning�n tipo de educaci�n espiritual. Refieren que hasta alcanzar la juventud no tuvo contacto con personas distantes de su linaje y por tanto no hab�a advertido que exist�an quienes padec�an por ciertas carencias y por ellas enfermaban y hasta mor�an. Fue entonces cuando ante la angustia de un anciano enfermo y d�bil se cuestion� esta realidad, hasta entonces desconocida y decidi� dedicar el resto de su vida a investigar el por qu� de la pena del mundo y como aliviarla.
En sus estudios, el joven pr�ncipe analiz� las que se consideran cuatro nobles verdades de la filosof�a budista, con bases ...
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